A veces ocurre: inesperadamente, el ramo de novia aterriza en las propias manos sin premeditación, ella de espaldas y yo, la receptora, intercalada sin estrategia previa con el resto de candidatas a adquirir su ornamento florar artesanal.
Han pasado casi tres meses y todo sigue igual... ¿se podrá reclamar?
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